Durante el segundo acto de celebración, esta vez realizado en Córdoba, el Obispo de la Iglesia Evangélica Metodista Argentina, remarcó durante su predicación: “Que el Señor nos libre de ser una secta muerta y reavive la pasión evangelizadora del movimiento en un equilibrio entre esta pasión y la racionalidad”.En su predicación, el Obispo enfatizó la importancia de recuperar el aporte de la Iglesia Metodista a la sociedad argentina: su contribución a los valores democráticos a través de la predicación del Evangelio.
Frank De Nully Brown señaló que las personas que aceptaron al Señor Jesús como su Señor y Salvador, trastocaron sus vidas y transformaron todas sus relaciones y éste fue el aporte principal de la Iglesia Metodista que llevó al resto de los aportes.
El Obispo rescató una anécdota que involucra a Thompson, quien protagonizara la primera predicación en castellano de los metodistas en Argentina. Thompson se preguntaba durante aquellas discusiones si el metodismo debiera quedar plantado en una maceta o plantarse en nuestra tierra para que se extiendan sus raíces. La exhortación se dirigió entonces a no ser como iglesia una maceta, sino el árbol que es plantado en esta tierra para dar frutos.
Testimoniando en la diversidad y contra la exclusión, el Obispo señaló que el aporte de la Iglesia Metodista ha sido a la sensibilidad por el derecho: “Lo diverso no es una amenaza, sino una oportunidad de enriquecimiento: el amor y la misericordia de Dios nos alcanza a todos. Que el Señor nos libre de ser una secta muerta y reavive la pasión evangelizadora del movimiento en un equilibrio entre esta pasión y la racionalidad”, manifestó.
“El Señor puso su mano sobre mí, y me hizo salir lleno de su poder, y me colocó en un valle que estaba lleno de huesos… los huesos cubrían el valle, eran muchísimos y estaban completamente secos. Entonces me dijo: “¿Crees tú que estos huesos pueden volver a tener vida?” Yo le respondí: “Señor, solo tú lo sabes”. Entonces el Señor me dijo: “Habla en mi nombre a estos huesos. Diles: ‘Huesos secos, escuchen este mensaje del Señor. El Señor les dice: voy a hacer entrar en ustedes aliento de vida, para que revivan. Les pondré tendones, los rellenaré de carne, los cubriré de piel y les daré aliento para que revivan. Entonces reconocerán ustedes que yo soy el Señor”.
El Obispo Frank De Nully Brown explicó que la palabra del profeta Ezequiel es la respuesta del Señor al desaliento de Israel, una respuesta que es una promesa: “Hoy, frente al desaliento en lo personal, eclesial y social, buscamos el avivamiento del Espíritu para dar testimonio de la salvación en Cristo Jesús. Y la renovación que buscamos no es por formas de alabanza o predicación, sino una renovación que se evidencia en los frutos de Cristo”.
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