20 septiembre 2010
San luis
Hemos compartido una reunión en el terreno del futuro templo de la Iglesia Metodista de San Luis. En el lugar donde están los cimientos colocamos una piedra fundamental. Luego en la casa de la familia Thompson-Gorbano realizamos un culto y un Almuerzo fraternal con una Charla abierta con el obispo.
Damos gracias a Dios, los que pudimos participar de estas actividades que fueron muy emotivas.
Damos gracias a Dios, los que pudimos participar de estas actividades que fueron muy emotivas.
Hugo Torredefló, Pastor Superintendente Región Primera.
Declaración Episcopal sobre la Ley de Cultos
Libertad e Igualdad de Cultos
Por un ordenamiento legal democrático
Frente a la consideración del proyecto de ley en la Cámara de Diputados de la Nación sobre el tema de la libertad de cultos en nuestro país, la Iglesia Evangélica Metodista Argentina cree necesario, en primer lugar, recordar que:
1. Cuando la Constitución Nacional es sancionada en 1853, varias iglesias, entre las que se contaba la nuestra, ya desarrollaban en libertad su tarea en el país. Desde entonces ninguna ley aprobada democráticamente ha venido ha regimentar el ejercicio de la libertad de Culto.
2. De hecho hasta 1946 no hubo ningún régimen jurídico especial para la actividad religiosa en el país, salvo el reconocimiento del status diferenciado de la Iglesia Católico Romana como Persona de Derecho Público. Fueron decretos del Poder Ejecutivo y la llamada “Ley 21.745”, emanada de la última dictadura militar, los que han pretendido regimentar el pleno ejercicio de esta libertad, creando registros y limitaciones al reconocimiento de las comunidades religiosas.
3. Nuestra Iglesia a lo largo de los años, por sí o asociada con otras a través de la Federación Argentina de Iglesias Evangélicas, ha expresado repetidamente su desacuerdo con cualquier legislación que pretenda regular la actividad religiosa imponiendo condiciones y diferenciaciones entre las comunidades de fe.
Es por ello que:
1.Nos oponemos al proyecto de ley que hoy está a consideración en la Honorable Cámara de Diputados de la Nación (Expediente: 1749-D-2010), porque mantiene un status diferenciado para el culto Católico Romano y pone en manos del Poder Ejecutivo instancias de control y sanción a las comunidades religiosas.
2. Abogamos por una total igualdad religiosa, pues entendemos que una plena libertad religiosa solo será posible cuando ninguna confesión religiosa tenga prerrogativas o privilegios y todas deben ser tratadas con igual dignidad y respeto.
3. Reclamamos que la subsistencia de una Iglesia que goza de privilegios legales establece diferencias que debemos superar, en favor de un diálogo ecuménico e interreligioso, que solo podrá ser pleno y honesto cuando todos los participantes se encuentren en un plano de igualdad.
4. Pedimos la derogación simple y plena de la ley de la dictadura (21.745).
Creemos que solo un diálogo igualitario y una reflexión democrática madura podrán servir de marco para una legislación que asegure la igualdad religiosa, como un aporte a la búsqueda en este bicentenario de una sociedad más justa y fraterna.
Pastor Frank de Nully Brown
Obispo
Papel Prensa
Presentación de la Iglesia Evangélica Metodista Argentina en la audiencia pública por Papel Prensa:
En nombre de la Iglesia Evangélica Metodista Argentina quiero expresar el apoyo al tratamiento parlamentario de la declaración de interés público a la producción y comercialización del papel prensa, con la expectativa de garantizar condiciones justas e igualitarias para todos los periódicos del país.
Seguimos sosteniendo los conceptos que ya señaló nuestra iglesia con motivo del debate en torno a la Ley de Servicios Audiovisuales a través de su Obispo Frank de Nully Brown:
· Esperamos que este tratamiento se haga en el marco de una discusión madura y responsable donde el interés de la comunidad toda esté por encima de los intereses particulares, ya sean políticos o económicos.
· Afirmamos que el Evangelio de Jesucristo es en esencia comunicación y diálogo, y por lo tanto, la comunicación es un derecho dado por Dios a todo ser humano. Así, todo sistema de comunicación debe estar al servicio del desarrollo integral de la comunidad, con un sentido de participación y crecimiento de la vida democrática y traducirse en una distribución más justa de la propiedad de los medios. En este caso en particular, en el acceso al papel para la prensa, para que todas las voces y opiniones puedan expresarse a través de la palabra escrita sin discriminaciones ni condicionamientos económicos
· Este es el desafío al cual Dios nos llama: trabajar por una comunicación que propicie una comunidad justa, libre y solidaria, enfatizando la responsabilidad que tienen quienes han sido elegidos por el pueblo para establecer las leyes que pongan estos derechos en acción, sin dilaciones.
La Iglesia Evangélica Metodista Argentina está por cumplir 175 años de presencia y trabajo en nuestro país. Conocemos la lucha por las libertades de conciencia, de expresión y de culto, ya que durante las primeras décadas de existencia en Argentina nos estuvo vedada la predicación en castellano, como si los argentinos y argentinas no tuvieran derecho a escuchar otra visión cristiana ni otra lectura de la realidad a la luz del Evangelio ni adherir a ella.
Durante estos 175 años, nuestra Iglesia ha dado innumerables aportes al fortalecimiento del pluralismo, no sólo religioso, y de la democracia en nuestro país.
Estas contribuciones se destacaron especialmente en la discusión de leyes cuya aplicación logró cambios sustanciales en favor de la democratización de nuestro país, tanto social como política, como las leyes de Registro Civil y de educación pública universal, obligatoria, gratuita y laica; las leyes sobre divorcio, educación sexual, salud reproductiva y la reciente ley sobre matrimonio igualitario. También, como señalé anteriormente, realizó su aporte a la discusión sobre la ley de Servicios Audiovisuales.
También la Iglesia Metodista siempre estuvo comprometida en la lucha por los derechos sociales y laborales, con el dictado de leyes que los reconocieran y respetaran, y la defensa de los derechos humanos, integrando y apoyando el compromiso de distintos organismos durante la última dictadura militar y hasta el día de hoy.
Al apoyar este tratamiento parlamentario consideramos fundamental reafirmar que los derechos a la información y a la comunicación son parte de un proceso social esencial y el fundamento de toda organización social. Todos y todas, en cualquier lugar y en todo momento, deberíamos tener la oportunidad de participar en los procesos de comunicación y nadie debería ser excluido de sus beneficios.
Como Iglesia, consideramos que debemos continuar participando en estos espacios de debate ciudadano con el convencimiento de estar haciendo aportes sustanciales a la construcción de una sociedad más justa y equitativa, capaz de convivir con pluralismo, respeto y libertad.
En nombre de la Iglesia Evangélica Metodista Argentina quiero expresar el apoyo al tratamiento parlamentario de la declaración de interés público a la producción y comercialización del papel prensa, con la expectativa de garantizar condiciones justas e igualitarias para todos los periódicos del país.
Seguimos sosteniendo los conceptos que ya señaló nuestra iglesia con motivo del debate en torno a la Ley de Servicios Audiovisuales a través de su Obispo Frank de Nully Brown:
· Esperamos que este tratamiento se haga en el marco de una discusión madura y responsable donde el interés de la comunidad toda esté por encima de los intereses particulares, ya sean políticos o económicos.
· Afirmamos que el Evangelio de Jesucristo es en esencia comunicación y diálogo, y por lo tanto, la comunicación es un derecho dado por Dios a todo ser humano. Así, todo sistema de comunicación debe estar al servicio del desarrollo integral de la comunidad, con un sentido de participación y crecimiento de la vida democrática y traducirse en una distribución más justa de la propiedad de los medios. En este caso en particular, en el acceso al papel para la prensa, para que todas las voces y opiniones puedan expresarse a través de la palabra escrita sin discriminaciones ni condicionamientos económicos
· Este es el desafío al cual Dios nos llama: trabajar por una comunicación que propicie una comunidad justa, libre y solidaria, enfatizando la responsabilidad que tienen quienes han sido elegidos por el pueblo para establecer las leyes que pongan estos derechos en acción, sin dilaciones.
La Iglesia Evangélica Metodista Argentina está por cumplir 175 años de presencia y trabajo en nuestro país. Conocemos la lucha por las libertades de conciencia, de expresión y de culto, ya que durante las primeras décadas de existencia en Argentina nos estuvo vedada la predicación en castellano, como si los argentinos y argentinas no tuvieran derecho a escuchar otra visión cristiana ni otra lectura de la realidad a la luz del Evangelio ni adherir a ella.
Durante estos 175 años, nuestra Iglesia ha dado innumerables aportes al fortalecimiento del pluralismo, no sólo religioso, y de la democracia en nuestro país.
Estas contribuciones se destacaron especialmente en la discusión de leyes cuya aplicación logró cambios sustanciales en favor de la democratización de nuestro país, tanto social como política, como las leyes de Registro Civil y de educación pública universal, obligatoria, gratuita y laica; las leyes sobre divorcio, educación sexual, salud reproductiva y la reciente ley sobre matrimonio igualitario. También, como señalé anteriormente, realizó su aporte a la discusión sobre la ley de Servicios Audiovisuales.
También la Iglesia Metodista siempre estuvo comprometida en la lucha por los derechos sociales y laborales, con el dictado de leyes que los reconocieran y respetaran, y la defensa de los derechos humanos, integrando y apoyando el compromiso de distintos organismos durante la última dictadura militar y hasta el día de hoy.
Al apoyar este tratamiento parlamentario consideramos fundamental reafirmar que los derechos a la información y a la comunicación son parte de un proceso social esencial y el fundamento de toda organización social. Todos y todas, en cualquier lugar y en todo momento, deberíamos tener la oportunidad de participar en los procesos de comunicación y nadie debería ser excluido de sus beneficios.
Como Iglesia, consideramos que debemos continuar participando en estos espacios de debate ciudadano con el convencimiento de estar haciendo aportes sustanciales a la construcción de una sociedad más justa y equitativa, capaz de convivir con pluralismo, respeto y libertad.
Lic. Dafne Sabanes Plou
Setiembre 16, 2010