"El Señor se encargó de sorprendernos desde un primer momento. El día viernes 13 estábamos con algunos integrantes del equipo trabajando en un 10º piso y desde allí, en el atardecer porteño, observamos un arco iris. Nos emocionamos al recordar el Génesis cuando Dios dice: “…mi pacto con ustedes no cambiará”
Soñamos y a esos sueños los ponemos en las manos del Señor… Hace un año comenzamos a proyectar el II Encuentro Nacional de Educación Cristiana y desde esos días es que teníamos grandes expectativas por revivir experiencias tan fructíferas como las del primer Encuentro.
El Señor se encargó de sorprendernos desde un primer momento. El día viernes 13 estábamos con algunos integrantes del equipo trabajando en un 10º piso y desde allí, en el atardecer porteño, observamos un arco iris. Nos emocionamos al recordar el Génesis cuando Dios dice: “…mi pacto con ustedes no cambiará”. En ese momento sentimos la confirmación del Señor, que Él estaba allí para recordarnos que nunca nos abandona y que en medio de nuestros temores previos al sábado, Él estaba allí.
Entre otras sorpresas y enormes alegrías que pudimos vivir fue tener a dos líderes que se encuentran en puntos cardinales opuestos: Estela Quero de Jujuy y Ariel Salvo de Ushuaia. El abrazo entre ellos, la posibilidad de orar juntos, de compartir este tiempo fue de gran bendición para todos.
En este Encuentro dedicamos un tiempo especial para capacitarnos y poder poner en marcha la Campana: “Un trato por el buen trato”. Contamos con la presencia de cuatro capacitadores de Kairos de Villa María, Córdoba. Esta instancia nos permite entonces ser multiplicadores de esta experiencia para que la Campaña se realice en las comunidades de fe junto con otras instituciones que podremos invitar. Esta es parte de nuestra tarea como promotores del BUEN TRATAR y así poder entre todo s aprender a desterrar acciones de maltrato. Fue un gran incentivo y un desafío para convocar a los adolescentes que son quienes acompañados por los adultos realizarán parte de la Campaña.
Una de nuestras últimas actividades fue escuchar cuatro testimonios de líderes que están insertos en diferentes realidades, contextos, experiencias. Cada una de ellas fue conmovedora y tuvo la dulzura del amor de Cristo en sus palabras y la incomodidad del jugarse por el Evangelio. Damos infinitas gracias por eso, nos dejo a todos impactados, conmocionados.
GRANDE ES NUESTRO DIOS Y GRANDE SU PODER…
Hay mucho más para contar, seguiremos en los próximos días.
Gabriela Amaya
Secretaria Nacional de Educación Cristiana