26 noviembre 2011

Preparandonos para la Navidad

¿Pero qué es Navidad?

Es la fiesta del nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo. El Hijo de Dios, se hace uno en nosotros. Dios entra a la historia de la humanidad para hacer de ella una historia de salvación, de vida, de fraternidad, de justicia, de paz.

Navidad es la fiesta del amor, de la alegría, la fiesta de todos y para todos. Para los más pequeños es la más esperada y para los más grandes también es una celebración muy importante, en donde se mezclan emociones y recuerdos.





¿Qué significa para nosotros?
¿Cómo nos preparamos para este acontecimiento?

Para que la Navidad cobre sentido en nuestras vidas es necesario que tomemos el tiempo para prepararnos y darle así su valor real. Entonces es cuando el Adviento cobra importancia.

Es un tiempo de preparación, no sólo para celebrar una fecha sino para continuar preparando nuestras vidas para el servicio de Aquel que se hizo niño, murió en una cruz y resucitó, derrotando así todo tipo de muerte. Es una oportunidad más para crecer junt@s en el amor del Señor.


La palabra Adviento quiere decir venida, llegada de alguien. Antes del Cristianismo la palabra Adviento era usada para significar:

*La primera visita oficial o aparición en público de un personaje importante después de asumir un cargo elevado.

*La entrada triunfal en la ciudad del general o el comandante romano después de una victoriosa batalla.

*La venida (anual) de la divinidad pagana a su templo en la época de su fiesta para visitar la tierra y pasear con la humanidad.



Los cristianos aplicaron la palabra Adviento a Jesús, para probar que Cristo es superior a todos los guerreros y dioses paganos. El, Cristo, es el mayor.

La Iglesia usa la palabra Adviento en tres sentidos:

1. Cristo que vino, cuando nació en Belén de Palestina, hace dos mil años, en el tiempo de Augusto Emperador de Roma

2. Cristo que viene, cuando la Comunidad Cristiana se renueva y adhiere à "Su Causa", o Su Proyecto de Vida de manera eficaz, esto es, en la acción

3. Cristo que vendrá, cuando se manifieste el Reino de Dios concretizado en la historia de la justicia, solidaridad y fraternidad universal.

Quiere decir: Aquel que vino, aparece de nuevo y se manifestará un día de manera festiva, majestuosa y triunfal, como victoria final y definitiva. Cristo fue, es y será el Mayor, el Rey de reyes, el Señor de los señores, el Dios de los dioses, por los siglos sin fin.


Litúrgicamente el TIEMPO DEL ADVIENTO, las cuatro semanas que anteceden a la Navidad, es el tiempo de preparación para la visita del Señor que vino, viene y vendrá, conforme la fe y la vida que cada cristiano o comunidad está viviendo en determinado momento histórico.

Vivir el Adviento es preparar la Navidad de cada día, es dejarse transformar por Jesús en cada instante de la vida, es recordar la aventura de José y María cuando no encontraron alojamiento digno de una familia.

Nuestros corazones pueden estar abiertos o cerradas para amar, nuestras manos cerradas o abiertas para dar, nuestras vidas abiertas o cerradas para recibir al Señor en esta Navidad. ¿Cómo deseamos que nos encuentre el Señor?.

Adviento debe prepararnos para que la ternura y la misericordia del Niño Dios se encarne en nuestros corazones y lo transforme.


La Navidad es una invitación a todos los cristianos para que vivan una ESPERANZA ACTIVA y no ser simples espectadores de la historia.
En definitiva, tenemos que prepararnos para responder con verdadera consagración y profunda fidelidad a Aquel que nos ha llamado y nos ha enviado:

"Vayan, pues, a las gentes de todas las naciones, y háganlas mis discípulos; bautícenlas en el nombre del Padre, el Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a obedecer todo lo que les he mandado.
Por mi parte, yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo."

(Mateo 28: 19 y 20)
 
Secretaria de Educación Critiana 
IEMA

 
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