“Vengan y vean: Encontramos a Jesús” este fue el lema del campamento regional que tuvimos en Tucumán. Y muchos miran y se hacen la misma pregunta que me hice yo, ¿para encontrar a Jesús hacía falta viajar más de 900 kilómetros, viajar durante más de 12 horas? ¿Sólo en Tucumán íbamos a encontrar a Jesús? Y entonces recuerdo lo que nos habló el pastor el domingo pasado, cuando Jesús llamo a los 4 pescadores, ellos dejaron todo, quedaban incomunicados de sus familias, (en ese entonces no existían los celulares, ni el internet), dejaban todo por seguir a Jesús, después seguramente volvían y proveían a sus familias y seguían con su vida de pescadores, hasta salir nuevamente con Jesús. Y si se preguntan que tiene esto que ver, les digo, es aquí donde encuentro parte de la respuesta a mi pregunta: Todos, y en gran medida los adolescentes y jóvenes también, vivimos muy acelerados, nos resulta muy difícil dejar nuestras rutinas, dejar nuestras obligaciones, amigos y familias. Al irnos hasta Tucumán, (o si nos hubiésemos ido a un lugar de retiro en la montaña, o al campo),el solo hecho de irnos implicaba que dejábamos esta rutina, y nos disponíamos a encontrar a Jesús. Nos disponíamos a tener 5 días de compartir esta búsqueda con otras 80 personas, de distintos lugares y con diferentes costumbres. Dejamos lo cotidiano, algunos no teníamos señal en nuestro celular, no había internet (asique no podíamos chatear, ni chequear el mail, el facebook, ni ver el pronóstico del tiempo. No teníamos la tele para ver la novela o el reality. Nos perdíamos de los cumples de 15 y las salidas al boliche!) Lo dejamos para alejarnos del ruido en nuestras vidas y poder juntos escuchar y encontrar a Jesús. Incluso ya en el viaje lo notábamos, pero sabíamos que al regresar iba a estar todo acá, los amigos, el mail, el internet… las noticias igual iban a ser noticia… Era un cambio de rutina, necesario, para que pudiéramos darnos ese tiempo y encontrar, o mejor dicho ver a Jesús.
Esto me hace pensar en la conversión de Saulo. Saulo era una persona que vivía según la fe que heredo, una fe que incluso lo llevo a perseguir a los cristianos, cuando Jesús entra en su vida Saulo, este queda ciego durante 3 días. Vemos en el texto que Jesús llega a la vida de Saulo de una forma repentina, no le pide permiso, ni viene despacio, llega y le cambia la vida. Tan grande es el cambio, que hasta el nombre le cambia! Saulo, quien guiaba al grupo, pasa a depender de los demás, durante tres días estuvo asustado, sin comer ni beber. Yo pienso debe haber estado orando, porque en el fondo sabía que el señor había llegado a su vida… Jesús llega a nuestras vidas de una forma repentina, llega para quedarse, no para estar durante un tiempo (no mientras dure el culto, o solo los domingos, o solo durante el campamento) Jesús llega para cambiar nuestras vidas, un cambio a lo grande, para librarnos de los preconceptos que nos enceguecen.
Durante esos cinco días de campamento pudimos centrarnos en reconocer que Jesús estaba ahí con nosotros, así como reconocer que Jesús también está con nosotros acá. Escribimos poemas y canciones hicimos dibujos y realizamos dramatizaciones que ejemplifican esto. Nos dimos cuenta que Jesús nos acompaño durante todo el campamento, en el viaje de ida y en el regreso. Jugó con nosotros, nadó con nosotros, estuvo a nuestro lado compartiendo en los cultos y se sentó a compartir con nosotros las comidas. Iluminó a los líderes que compartieron las reflexiones, y se quedó compartiendo hasta altas horas de la noche. Descubrimos que Jesús no está escondiéndose para que no lo encontremos, está esperando que lo busquemos para que entre en nuestras vidas, está ansioso que descubramos que está acá.
En Tucumán, junto a muchos más pudimos correr las cosas que nos nublan la vista, pudimos quitar el ruido que no nos permite escuchar y tener un verdadero encuentro con Jesús. Podríamos decir que estuvimos ciegos de nuestros ruidos, no los teníamos-
El nos invitó a seguirlo, ser discípulos, acá en nuestras vidas cotidianas. Nos invita todos los días a encontrarnos con él, anunciar el reino acá en Mendoza, en San Rafael, en San Juan, en Córdoba y en Tucumán. Nos invita a todos hoy a encontrarlo y animarnos a compartir la noticia, como estamos haciendo hoy nosotros.
¿Ustedes se han permitido encontrarse con Jesús?
¿Se animan a compartir esta noticia con el mundo?
¿Se toman el tiempo en sus vidas para ir de campamento, no de vacaciones, no sólo a descansar, sino a verdaderamente encontrarnos con Jesús?
Anímense.
Y para terminar les comparto la letra del poema que escribió uno de los grupos de estudio, con chicos de 13 a 15
JESUS TE CAMBIA LA VIDA
LLEGA CON AMOR Y ALEGRIA
ESTA SIEMPRE A TU LADO
AUNQUE TE QUEDES ACOSTADO
ES COMO UNA TORMENTA
QUE DEJA TODO DADO VUELTA
EL ESTARA CONTIGO
AUNQUE ESTES DEPRIMIDO
CAMINA SIEMPRE A TU LADO
SIN IMPORTARLE TU PASADO
ABRELE TU CORAZON
Y SERA LA LUZ DE TU VIDA
Ábrele tu corazón y será la luz de tu vida.
Dios los bendiga.
Autora: Meg Whitlach de Falcon
