-“Caminando con Jesucristo”
El fin de semana del 4 y 5 de octubre nos reunimos como Equipo Nacional -electo en nuestra asamblea nacional del 18 de agosto pasado- para evaluar el Encuentro y proyectarnos hacia adelante.
El texto bíblico que nos animó como devocional fue el de Jesús con los caminantes a Emaús, Lucas 24:13-35. Siempre me llamó la atención de este texto el poder de la Palabra de Jesús y el poder de sus Gestos( v.25-32) . Les ardía el corazón –como a Wesley- cuando les compartió la Escritura y se les abrieron los ojos para reconocerlo en el camino, ante sus gestos de bendecir, partir y compartir el pan en la mesa. Y también es llamativo lo que hacen estos caminantes; primero le cuentan “lo acontecido esos días”, su tristeza y desesperanza por la muerte de Jesús.
Luego de escuchar a este misterioso caminante le piden “Quédate con nosotros , que ya es de noche” . Cuando al final le reconocen a Jesús, este desaparece de su vista y ellos reanimados regresan inmediatemente a Jerusalén, para anunciar a sus hermanos que el Señor estaba vivo y había caminado con ellos.
Muchas lecciones nos deja este pasaje, como jóvenes que transitamos este cambio de época, nuestro camino a Emaús.
Primero,el Señor camina con nosotros, lo reconozcamos o no en nuestra vida, en nuestros proyectos y sueños, en nuestras penas y desánimos personales, familiares y sociales. El punto es acercarnos a El tal como somos, con toda esa carga que llevamos de lo acontecido en estos días. Con nuestros interrogantes y dudas, nuestras faltas y heridas del pasado y nuestro deseo de cambiar, de crecer y de vivir. Desahogarnos ante El, “parar la pelota” un poco y buscarlo en oración, sin palabras huecas y difíciles sino con sinceridad de corazón y con confianza. Buscá a Dios, El te espera, camina con vos. Segundo, El quiere hablarte, quiere mostrate sus propósitos para con vos y para los que te rodean. Quedate en silencio de oración, probá hacer callar esos ruidos y esas voces internas que nos distraen a diario. Abrí la Biblia, leela y meditala. Busca a algún hermano de la iglesia que te ayude. Andá al culto de tu iglesia y escuchá su voz, su mensaje y no pares de buscar hasta recibir su inconfible voz, que nos hace arder el corazón, nos consuela y nos energiza para el camino arduo de la vida. No pares hasta escuchar su voz.
Tercero, pedile con todo tu corazón que se quede contigo. La noche comienza, las crisis de la vida, de este tiempo, los problemas económico-sociales, la soledad, las tentaciones,etc., pueden alejarnos de Dios o pueden ser motivos para acercarnos a El , para buscar su perdón por nuestra soberbia y egoísmo, para decirle: “ Quedate conmigo Señor, en este tiempo, quédate que quiero caminar con Vos.”
Y por último, ese caminar con Jesús es personal y requiere una profunda decisión de cada uno, pero nunca lo hacemos solos. Los caminantes eran dos, y luego de ese encuentro transformador con El Caminante salen al encuentro de sus hermanos. No hay cristianos solitarios. Debemos vivir está dinámica del seguimiento en torno a la Oración, a la Palabra y a la Mesa, junto a nuestros hermanos. Participar de los cultos, de la Santa Cena y de los espacios de encuentro bíblico y oración de nuestra iglesia es fundamental si queremos caminar y crecer con el Señor del camino.
“Y sirviendo para una iglesia misionera”
El texto nos dice que fueron y anunciaron a sus hermanos en Jerusalén que El Señor vive. Cambiaron de rumbo –no ya Emaús- sino Jerusalén, y sirvieron al Señor por medio del anuncio de esperanza y fe que transmitieron a otros.
Vos también como joven que camina con jesucristo, sos llamado a expresar ese seguir al Maestro a través del servicio. Como vivimos en el Encuentro nacional, no somos los jóvenes de la iglesia sino la Iglesia Joven. Con sus dones, su energía y su aporte específico. Buscá algún ministerio o grupo de testimonio y servicio en la iglesia para expresar tu fe y tu gratitud a Dios. Buscá ayuda para descubrir tus dones, talentos y también para comenzar a ejercerlos en amor . Siempre junto a otros, trabajando en equipo, buscando fortalecer la comunidad. En definitiva, Jesús se aparece a los caminantes de Emaús no sólo para darles un nuevo rumbo a sus vidas y trasnfromarlos sino fundamentalemente para fortalecer la comunidad del Reino, por medio del anuncio de la resurreción y su testimonio.
El Señor del camino quiere construir su comunidad, hoy. Iglesias que no sean cuevas de oscuridad sino casas abiertas llenas de luz y alegría, con la mesa grande y dispuesta para todo aquel que necesita y busca el pan de cada día y el Pan de la vida.
Y para eso te llama, no pongas excusas, no importa si la mayoría de los hermanos de tu iglesia quieren esto o no. El Señor lo quiere y te llama para construir su comunidad misionera y ser sus manos y pies en este tiempo tan especial. El te necesita, porque hay un mundo que no le conoce y vive preso de sus trampas, hay un planeta que sufre y gime esperando la redención final.
Por ello, jóvenes metodistas y los que que quieran sumarse, “caminemos con jesucristo y sirvamos para una iglesia misionera”.
En esta línea, Oremos por todos los campamentos de verano, para que sean oportunidades de vivir este lema joven y para que muchos más se sumen a la caminata con Jesús.
Y nos vemos en el camino…, Pastor Pablo Oviedo , acompañante del ENJ
Equipo Nacional de Jóvenes IEMA:
El fin de semana del 4 y 5 de octubre nos reunimos como Equipo Nacional -electo en nuestra asamblea nacional del 18 de agosto pasado- para evaluar el Encuentro y proyectarnos hacia adelante.
El texto bíblico que nos animó como devocional fue el de Jesús con los caminantes a Emaús, Lucas 24:13-35. Siempre me llamó la atención de este texto el poder de la Palabra de Jesús y el poder de sus Gestos( v.25-32) . Les ardía el corazón –como a Wesley- cuando les compartió la Escritura y se les abrieron los ojos para reconocerlo en el camino, ante sus gestos de bendecir, partir y compartir el pan en la mesa. Y también es llamativo lo que hacen estos caminantes; primero le cuentan “lo acontecido esos días”, su tristeza y desesperanza por la muerte de Jesús.
Luego de escuchar a este misterioso caminante le piden “Quédate con nosotros , que ya es de noche” . Cuando al final le reconocen a Jesús, este desaparece de su vista y ellos reanimados regresan inmediatemente a Jerusalén, para anunciar a sus hermanos que el Señor estaba vivo y había caminado con ellos.
Muchas lecciones nos deja este pasaje, como jóvenes que transitamos este cambio de época, nuestro camino a Emaús.
Primero,el Señor camina con nosotros, lo reconozcamos o no en nuestra vida, en nuestros proyectos y sueños, en nuestras penas y desánimos personales, familiares y sociales. El punto es acercarnos a El tal como somos, con toda esa carga que llevamos de lo acontecido en estos días. Con nuestros interrogantes y dudas, nuestras faltas y heridas del pasado y nuestro deseo de cambiar, de crecer y de vivir. Desahogarnos ante El, “parar la pelota” un poco y buscarlo en oración, sin palabras huecas y difíciles sino con sinceridad de corazón y con confianza. Buscá a Dios, El te espera, camina con vos. Segundo, El quiere hablarte, quiere mostrate sus propósitos para con vos y para los que te rodean. Quedate en silencio de oración, probá hacer callar esos ruidos y esas voces internas que nos distraen a diario. Abrí la Biblia, leela y meditala. Busca a algún hermano de la iglesia que te ayude. Andá al culto de tu iglesia y escuchá su voz, su mensaje y no pares de buscar hasta recibir su inconfible voz, que nos hace arder el corazón, nos consuela y nos energiza para el camino arduo de la vida. No pares hasta escuchar su voz.
Tercero, pedile con todo tu corazón que se quede contigo. La noche comienza, las crisis de la vida, de este tiempo, los problemas económico-sociales, la soledad, las tentaciones,etc., pueden alejarnos de Dios o pueden ser motivos para acercarnos a El , para buscar su perdón por nuestra soberbia y egoísmo, para decirle: “ Quedate conmigo Señor, en este tiempo, quédate que quiero caminar con Vos.”
Y por último, ese caminar con Jesús es personal y requiere una profunda decisión de cada uno, pero nunca lo hacemos solos. Los caminantes eran dos, y luego de ese encuentro transformador con El Caminante salen al encuentro de sus hermanos. No hay cristianos solitarios. Debemos vivir está dinámica del seguimiento en torno a la Oración, a la Palabra y a la Mesa, junto a nuestros hermanos. Participar de los cultos, de la Santa Cena y de los espacios de encuentro bíblico y oración de nuestra iglesia es fundamental si queremos caminar y crecer con el Señor del camino.
“Y sirviendo para una iglesia misionera”
El texto nos dice que fueron y anunciaron a sus hermanos en Jerusalén que El Señor vive. Cambiaron de rumbo –no ya Emaús- sino Jerusalén, y sirvieron al Señor por medio del anuncio de esperanza y fe que transmitieron a otros.
Vos también como joven que camina con jesucristo, sos llamado a expresar ese seguir al Maestro a través del servicio. Como vivimos en el Encuentro nacional, no somos los jóvenes de la iglesia sino la Iglesia Joven. Con sus dones, su energía y su aporte específico. Buscá algún ministerio o grupo de testimonio y servicio en la iglesia para expresar tu fe y tu gratitud a Dios. Buscá ayuda para descubrir tus dones, talentos y también para comenzar a ejercerlos en amor . Siempre junto a otros, trabajando en equipo, buscando fortalecer la comunidad. En definitiva, Jesús se aparece a los caminantes de Emaús no sólo para darles un nuevo rumbo a sus vidas y trasnfromarlos sino fundamentalemente para fortalecer la comunidad del Reino, por medio del anuncio de la resurreción y su testimonio.
El Señor del camino quiere construir su comunidad, hoy. Iglesias que no sean cuevas de oscuridad sino casas abiertas llenas de luz y alegría, con la mesa grande y dispuesta para todo aquel que necesita y busca el pan de cada día y el Pan de la vida.
Y para eso te llama, no pongas excusas, no importa si la mayoría de los hermanos de tu iglesia quieren esto o no. El Señor lo quiere y te llama para construir su comunidad misionera y ser sus manos y pies en este tiempo tan especial. El te necesita, porque hay un mundo que no le conoce y vive preso de sus trampas, hay un planeta que sufre y gime esperando la redención final.
Por ello, jóvenes metodistas y los que que quieran sumarse, “caminemos con jesucristo y sirvamos para una iglesia misionera”.
En esta línea, Oremos por todos los campamentos de verano, para que sean oportunidades de vivir este lema joven y para que muchos más se sumen a la caminata con Jesús.
Y nos vemos en el camino…, Pastor Pablo Oviedo , acompañante del ENJ
Equipo Nacional de Jóvenes IEMA: